Y esos mundos flotaron en la gravidez de Su música
Y los que escucharon esa música se embelesaron de verdad y de danza
Y esa danza fue el movimiento indómito de los libres
Y esos libres llenaron la tierra de compasión y de cantos
Y esos cantos pasaron de boca en boca por los sabios de los distintos pueblos
Y esos sabios y esos pueblos un día se unirán como hermanos
¡Oh, hermanos! ¡Cuánto anhelo yo ese día!
vuestro sirviente en Krishna, Atulananda das.
No hay comentarios:
Publicar un comentario